Los magníficos castillos de Toledo suponen siempre una buena oportunidad para realizar una escapada a esta hermosa provincia. Hay tantísimas fortalezas medievales en Toledo que resultaría casi imposible verlos todos en un mismo viaje. Lo bueno es que los puedes ir descubriendo todos poco a poco, como hacemos nosotros. Y es que cualquier excusa es buena para volver a Toledo.
Por cierto, si pasas por Toledo capital, no dejes de hacer el tour nocturno por el Toledo de los templarios, a nosotros nos gustó mucho (como casi todo lo relacionado con los templarios y la historia medieval). El guía, Óscar, lo hace muy ameno 🙂
Volviendo al tema, el hecho de que existan tantos castillos en Toledo puede explicarse por su extenso pasado bélico, al ser tierra de fronteras durante bastante tiempo. Durante el medievo, la región de Toledo pasó de ser, entre otras cosas, un reino visigodo independiente a una taifa musulmana, para luego volver a caer en manos cristianas. Ha sido testigo por tanto de cruentas batallas y numerosos enfrentamientos. Muchos de los castillos de este listado, como iremos viendo, son fortalezas de origen árabe.
Aunque alguno de los castillos se encuentran en un estado bastante ruinoso, como el de Polán, la mayoría han sido restaurados y pueden ser visitados perfectamente, aunque en tiempos del covid-19 siempre es conveniente informarse antes.
A continuación te dejo un mapa donde vienen indicados todos los castillos. Muchos de ellos se encuentran ubicados en la carretera que va desde Escalona hasta Consuegra, por lo que puedes organizarte fácilmente tu propia ruta de los castillos de Toledo.
Mapa de los castillos de Toledo.
Antes de empezar, solo comentar que no he querido incluir en el listado al famoso Alcázar de Toledo. Es un edificio de características muy diferentes al resto de los castillos de este listado, y he preferido destacar estos últimos, igualmente merecedores de una visita. Además, ¿quién no conoce al Alcázar de Toledo? 😉
Ahora sí, sin más dilación, ¡comenzamos!
1. Castillo de Oropesa
Vista del castillo de Oropesa, con su hermosa torre del homenaje a la izquierda.
Empezamos nuestro recorrido medieval con el castillo de Oropesa, sin duda uno de los más fotogénicos de Toledo. Si has viajado por la carretera de Extremadura (A-5), es probable que hayas tenido oportunidad de verlo en el horizonte. También recibe el nombre de Castillo Viejo o Castillo de los Álvarez de Toledo. Lo más llamativo del castillo es su preciosa torre del homenaje, rematada en sus esquinas con cuatro torrecillas de vigilancia o garitones.
Vista del Castillo Viejo, con el Palacio Nuevo al fondo, hoy Parador Nacional de Oropesa
El castillo es de origen árabe y fue levantado entre los siglos XII y XIII, sobre una antigua fortaleza romana. Siglos más tarde la propia familia Álvarez de Toledo levantaría al lado otro castillo más moderno, llamado Palacio Nuevo, que hoy en día funciona como Parador Nacional de Turismo. Si quieres sentirte como un auténtico noble y pasar la noche en el castillo puedes reservar tu habitación a través de Booking.
Puedes encontrar más información del Castillo de Oropesa en su web oficial, así como los horarios y los precios de la entradas.
2. Castillo de Consuegra
Una de las estampas más bonitas de la provincia de Toledo: los molinos y el castillo de Consuegra.
Si hay un lugar en Toledo con aires quijotescos, ese es sin duda Consuegra (bueno, con permiso de la villa de El Toboso). Los preciosos molinos que acompañan al castillo de Consuegra forman uno de los paisajes más míticos de La Mancha, hasta el punto de haberse convertido en uno de los destinos turísticos más visitados de la provincia. De hecho, es habitual ver autobuses repletos de turistas extranjeros, especialmente asiáticos, visitando Consuegra (o por lo menos así era antes del Covid-19). Al fin y al cabo, El Quijote es universal y todo un representante de la marca España. Por cierto, uno de los molinos se ha reconvertido en un “gastromolino”, donde podrás degustar productos de la zona.
El castillo, ubicado en una posición privilegiada, es visible desde kilómetros a la redonda.
El castillo de Consuegra, también llamado Castillo de la Muela, fue levantado en torno a los siglos XI-XII por constructores llegados del norte de los Pirineos, por lo que sus formas difieren de la del resto de castillos de Toledo. Concretamente, se basa en el modelo francés de torre “donjon”, consistente en una gran torre cuadrada a la que se le adosan torres semicirculares más pequeñas en sus cuatro costados.
Durante la Guerra de la Independencia Española, el castillo fue ocupado varios años por soldados franceses, quienes lo acabaron destrozando en su retirada. Durante el siglo XX, el castillo pasó a manos del Ayuntamiento de Consuegra, quien lo restauró recuperando buena parte de su esplendor inicial.
Puedes encontrar toda la información importante del Castillo de Consuegra en su web oficial.
3. Castillo de Orgaz
El castillo de los Condes de Orgaz destaca por su robustez
Seguimos avanzando en nuestra ruta por los castillos más bonitos de Toledo y llegamos al castillo de Orgaz, una fortaleza sólida y austera. A diferencia de otros, este castillo no se ubica en un lugar alto, sino que se encuentra anclado a ras de suelo en medio de la villa del mismo nombre.
Detalle de las almenas y uno de los garitones volados del castillo de Orgaz.
El castillo de Orgaz se levantó a finales del siglo XIV por los Pérez de Guzman, señores de Orgaz. Durante la rebelión de los comuneros, en el siglo XVI, el castillo fue incendiado por las tropas del rey Carlos I. Al igual que en el caso anterior, el castillo fue totalmente restaurado durante el siglo pasado y hoy en día puede ser disfrutado por todos.
Puedes consultar los horarios y precios del castillo de Orgaz en su web oficial.
4. Castillo de Guadamur
Vista del singular castillo de Guadamur, a pocos kilómetros de Toledo capital.
El castillo de Guadamur es uno de los castillos con más encanto de Toledo, pero por desgracia también es uno de los más difíciles de visitar. El motivo es que el castillo se encuentra en manos privadas (de hecho está habitado) y sus dueños solo permiten visitas de lunes a miércoles, por la mañana. Por lo tanto, todos los que trabajamos entre semana lo tenemos bien complicado. Además, el hecho de que el castillo se encuentre en un recinto vallado hace que sea difícil hasta sacarle fotos 🙁
La bella torre del homenaje del castillo de Guadamur, también con garitones de vigilancia.
Si lo comparamos con el resto de castillos de este listado, el castillo de Guadamur es relativamente tardío, ya que comenzó a construirse a finales del siglo XV y no se terminó hasta el XVI. El castillo destaca por sus exóticas almenas y su bella torre del homenaje, de 30 metros de altura. Ha sido saqueado e incendiado en varias ocasiones, especialmente en el siglo XIX, primero durante la ocupación francesa y más tarde con las guerras carlistas.
Como siempre, puedes encontrar más información en la web oficial del castillo.
5. Castillo de Almonacid
Vista general del castillo de Almonacid, hoy en ruinas.
A pesar de encontrarse en un estado de semirruina, el castillo de Almonacid es sin duda uno de los castillos más impresionantes de Toledo. Se encuentra ubicado en lo alto de un cerro, desde el cual hay unas hermosas vistas panorámicas de la villa de Almonacid de Toledo y todo su entorno (los campos de olivos son magníficos). Los orígenes del castillo datan de época musulmana, allá por el siglo IX, aunque el castillo que vemos hoy en día lo mandó construir el rey Alfonso VI a principios del siglo XII.
El castillo está protegido formado por una doble muralla con planta de polígono irregular, flanqueada por varias torres. Entre las murallas discurre el llamado paseo de ronda, y en el centro del recinto se levanta una solitaria torre del homenaje. A pesar de su deterioro, se puede acceder libremente al castillo y tomar unas fotos espectaculares entre las ruinas. Esperemos que en algún momento alguien se decida a promover la restauración del castillo. ¡Debemos preservar nuestro patrimonio histórico!
No dejo enlace a la web del castillo, ya que la visita es totalmente libre.
6. Castillo de Maqueda
Vista general del castillo de Maqueda, ubicado en la villa del mismo nombre.
El castillo de Maqueda, también llamado castillo de la Vela, es otra de esas fortalezas toledanas que son perfectamente visibles desde la autovía A-5. Destaca por su sencilla muralla de planta rectangular y sus torres circulares, rematadas todas ellas por almenas. De nuevo, el castillo tiene sus orígenes en una antigua fortaleza musulmana. El ya mencionado Alfonso VI se hizo con ella en el siglo XI sin mucha resistencia. Posteriormente, a toda la villa de Maqueda se le dotó también de una muralla defensiva, hoy perdida pero de la que aún quedan algunos restos dispersos por el pueblo, como la solitaria torre de la Vela.
Detalle de la entrada al castillo de Maqueda.
Sobre la puerta de entrada al castillo se puede apreciar el escudo heráldico del matrimonio Cárdenas-Enriquez, quienes allá por el siglo XV reconstruyeran el castillo sobre la mencionada fortaleza árabe. Sobre el escudo se ubica un matacán defensivo en buen estado de conservación, al igual que las muchas saeteras que pueden verse a lo largo del adarve.
Por desgracia, este es otro de esos castillos que solo pueden verse por fuera. El actual propietario es el Ministerio del Interior e ignoro el uso que se está haciendo actualmente del mismo, ya que apenas hay información al respecto.
7. Castillo-palacio de Escalona
El río Alberche a su paso por Escalona, con el castillo siempre presente.
El castillo de Escalona sigue impresionando hoy en día por sus enormes dimensiones, y eso a pesar de haberse perdido buena parte del mismo. Como veremos, tuvo un origen (y un destino) muy similar al de los otros castillos de Toledo. Los musulmanes ocuparon una antigua fortaleza romana, que posteriormente acabaron cediendo a los cristianos en tiempos de Alfonso VI (siglo XI). La historia te suena, ¿verdad?
El castillo que vemos hoy en día, mezcla de estilos gótico y mudéjar, comenzó a construirse en torno al siglo XIII, en tiempos del Infante Don Juan Manuel. De hecho, se dice que el conocido autor de El conde Lucanor nació en el propio castillo. Fue uno de los grandes impulsores del mismo, construyendo el perímetro exterior y sus torres albarranas. El otro gran promotor del castillo fue el noble Don Álvaro de Luna, quien ya en el siglo XV levantó el palacio que hay en el interior del recinto y cuya torre del homenaje podemos contemplar aún.
Detalle de la torre del palacio, donde acostumbran a anidar las cigüeñas.
Una vez más en el siglo XIX, durante los preparativos de la batalla de Talavera, los franceses arrasaron el castillo de Escalona. La historia se vuelve a repitir y de nuevo la maldita Guerra de la Independencia deja para el arrastre otro de nuestros castillos más lustrosos. 🙁
Hoy en día el castillo está en manos privadas y solo puede contemplarse por fuera. Una pena porque lo poco que se puede ver impresiona de veras.
8. Castillo de Manzaneque
Vista de la plaza de Manzaneque, con el castillo al fondo.
El diminuto pueblo de Manzaneque probablemente sea el más pequeño de cuantos aparecen en este listado, ya que apenas llega a los 400 habitantes. Y con todo, ahí le tenemos con su propio castillo de finales del siglo XIV. Por cierto, Manzaneque debe su nombre a que en el pasado existían numerosos manzanos en la zona, hoy ya desaparecidos.
Aunque es pequeño, el castillo destaca por su verticalidad.
En cuanto al castillo de Manzaneque, fue levantado María de Orgaz y Lorenzo Suárez de Figueroa para afianzar la jurisdicción de la villa como un ente independiente del señorío de Orgaz, de cuyo castillo ya hemos hablado. Posteriormente pasó a manos de los Álvarez de Toledo, y fue utilizado como cárcel en varias ocasiones, la última durante la Guerra Civil.
El castillo destaca por ser bastante compacto. Sus muros son muy elevados al encontrarse ubicado en suelo llano, en medio de la villa. La torre del homenaje acoge prácticamente la mitad del castillo. El castillo se puede visitar por las mañanas, pero es necesario reservar antes. Puedes encontrar más información aquí.
9. Castillo de Barcience
Vista de la entrada al castillo de Barcience, hoy abandonado.
El original castillo de Barcience se encuentra ubicado en un cerro junto a la villa del mismo nombre, a pocos kilómetros de Torrijos. A pesar de encontrarse totalmente abandonado,aún conserva relativamente bien buena parte de sus murallas y torres. De planta rectangular, sin duda su elemento más característico el enorme emblema heráldico que vemos en la torre más alta. En él aparece un león rampante, símbolo de la familia Silva, quien levantó el castillo en el siglo XV.
El famoso emblema del castillo, un enorme león rampante.
Por lo demás, al estar abandonado el castillo puede ser visitado en cualquier momento, pero su interior está totalmente vacío. Tampoco puede subirse a ninguna de las torres, ya que las escaleras se han perdido. En cualquier caso, es un castillo que merece la pena ser contemplado y no deja indiferente a nadie.
10. Castillo de San Servando
Vista del castillo de San Servando, hoy funcionando como albergue juvenil.
En la propia Toledo ciudad encontramos otra fortaleza medieval muy interesante, el antiguo castillo de San Servando. En cualquier otra ciudad se encontraría entre los lugares más visitados, pero en Toledo suele pasar bastante desapercibido, siempre eclipsado por el Alcázar y el resto de los impresionantes monumentos que alberga la ciudad. Tampoco ayuda que se encuentre en un lugar algo alejado del casco histórico, al otro lado del río Tajo. En cualquier caso, recomiendo la visita no ya solo por el castillo, que está muy bien, sino también por las magníficas vistas del puente de Alcántara, del propio Alcázar y del resto de la ciudad.
El castillo destaca por sus bellos elementos de estilo mudéjar.
El castillo de San Servando tiene sus orígenes, una vez más, en el siglo XI, en tiempos de Alfonso VI. Es uno de los mejores ejemplos de fortaleza mudéjar que nos ha llegado, y aún conserva elementos tan característicos del estilo como los arcos de herradura de las puertas o los pequeños arcos polilobulados de las ventanas superiores.
Hoy en día el castillo está completamente restaurado y funciona como albergue juvenil, pero el acceso a los jardines y miradores del castillo es libre. Muy recomendable.
11. Castillo de Malpica de Tajo
Vista exterior del castillo de Malpica. Foto: Luis Bartolomé Marcos.
El de Malpica es uno de los castillos más fotogénicos de Toledo. Al estar ubicado justo a orillas del río Tajo, se pueden tomar hermosas capturas del castillo y sus reflejos sobre el agua. Construido en torno al siglo XIV, es una fortaleza de planta cuadrada y de estilo mudéjar, aunque las ventanas con arcos de herraduras que vemos en sus muros se abrieron siglos más tarde.
A diferencia de otros castillos de este listado, el castillo de Malpica ha estado siempre habitado. Su estado de conservación por tanto es muy bueno, aunque ha pasado lógicamente por varias reformas. Por desgracia, es otro de estos castillos que solo se puede admirar por fuera, ya que hoy en día es residencia de los Duques de Arión.
12. Castillo de San Silvestre
Las ruinas del castillo de San Silvestre, no muy lejos de Maqueda. Foto: Borjaanimal
Este es uno de esos castillos que, a pesar de encontrarse en ruinas, lo que nos ha llegado sirve para hacerse una idea bastante clara de cómo era en sus días de esplendor. El castillo es lo único que queda, junto con una pequeña iglesia a escasos metros, de la antigua villa de San Silvestre. Fue construido en el siglo XV y en su día debió tener un puente levadizo para sortear el foso que rodea al castillo. Aún conserva elementos interesantes, como el blasón sobre la puerta de entrada o las saeteras en forma de cruz.
A pesar de ser catalogado como Bien de Interés Cultural, el castillo de San Silvestre no puede ser visitado porque se encuentra en manos privadas. Actualmente no se permite el acceso y al encontrarse en un recinto vallado, solo puede ser contemplado desde la distancia. Una auténtica pena.
13. Castillo de Mascaraque
Vista del castillo de Mascaraque, ubicado en el pueblo del mismo nombre.
El castillo de Mascaraque destaca por sus bajas murallas, aunque se piensa que en su día las debió tener más altas. Fue construido en el siglo XV por la importante familia Padilla, quien fuera su propietaria hasta el siglo XVII. Tras ser abandonado durante años, cambió varias veces de dueño hasta caer en manos de su actual propietario, quien lo ha mejorado y dejado en excelente condición.
A pesar de todo, este castillo tampoco es visitable al ser de propiedad privada, pero por lo menos es visible desde el exterior.
14. Castillo de Polán
Un grabado del siglo XIX del castillo de Polán. Ya entonces era una ruina.
La malograda fortaleza de Polán es uno de los castillos de Toledo en peor estado de conservación, ya que de él solo nos quedan unas pocas ruinas. Concretamente, solo quedan en pie dos de las antiguas torres del castillo, que debían estar unidas por una muralla, hoy desaparecida. Se sabe muy poco de la historia de este castillo, aunque en el siglo XII ya se menciona en algunos textos. Ni siquiera se sabe qué forma tenía la planta del mismo, ni por tanto sus dimensiones reales. De todos modos, si eres un romántico y te gustan las ruinas, el castillo bien vale una visita, aunque sea de pasada.
15. Castillo de Montalbán
Vista del castillo de Montalbán, uno de los más grandes de Toledo. Foto: J.C. Arizmendi.
Este castillo, de dimensiones enormes, fue en orígen una alcazaba musulmana antes de caer en mano, supuestamente, de los misteriosos templarios. Por cierto, si te gusta el tema de la Orden del Temple, no olvides echarle un vistazo a nuestra entrada sobre el castillo templario de Ponferrada, uno de los mejores castillos del norte de España.
Volviendo al castillo de Montalbán, se dice de él que es uno de los castillos más robustos de Toledo. Quizás por ello no se tiene constancia de que haya sido atacado. Se puede conocer mediante visita guiada todos los fines de semana, pero es necesario reservar previamente. Más información en la web oficial.
16. Castillo de las Guadalerzas
Vista exterior del castillo de las Guadalerzas, al sur de Toledo.
Y terminamos este post dedicado a los castillos de Toledo con la antigua fortaleza de las Guadalerzas, ubicada en el municipio de Los Yébenes. También de origen árabe, el castillo fue testigo durante siglos de enfrentamientos entre moros y cristianos, al estar ubicado en tierras fronterizas. La estructura original quedó sepultada por los añadidos que los cristianos hicieron a lo largo de los siglos posteriores. Durante mucho tiempo el castillo fue usado como hospital y hoy en día está completamente abandonado. Esperemos que lo restauren pronto porque sus ruinas corren riesgo de acabar peor que el castillo de Polán.