Cantabria no es una Comunidad Autónoma con una gran cantidad de castillos, pero entre los que se cuentan destacan tres por su belleza y buen estado de conservación. El escaso número de fortificaciones medievales se explica, en parte por el hecho de que, desde muy pronto, la frontera de la Reconquista se desplazó hacia el sur. Este hecho hace que la zona contraste con otras regiones españolas, como pasa por ejemplo con los numerosos castillos de Toledo. De esta forma, mientras que en el interior de la comunidad cántabra se prefirió la construcción de torres señoriales, los castillos en su mayor parte se limitaron a la costa, donde sirvieron para defender los puertos.
Aunque existen al menos unos catorce castillos en Cantabria, en algunos casos se trata de propiedades privadas, y otros se encuentran en ruinas. Debido a esto hemos seleccionado los tres mejor conservados y más accesibles. Dadas las distancias entre ellos, puede resultar complicado tratar de verlos en un solo día, pero puesto que ninguno está a más de una hora en coche desde Santander, son una excusa perfecta para pasar un fin de semana en Cantabria.
Por cierto, si estas interesado en los monumentos históricos de Cantabria te recomendamos que le eches también un vistazo a nuestra entrada sobre el arte románico en Cantabria, donde te recomendamos las iglesias imprescindibles de la provincia (que son unas cuantas).
Índice
Castillo de San Vicente en Argüeso
Vista desde el interior del patio de armas del castillo de Argüeso.
El castillo de Argüeso es el mejor y más antiguo ejemplo de castillo roquero en Cantabria. Aunque no sea una fortificación de grandes dimensiones, este castillo es una construcción imponente, dado que se encuentra sobre una pequeña loma, controlando la vía trashumante que unía Castilla con la costa, que era fuente de riqueza de la zona.
Se sabe que originalmente, en el mismo emplazamiento durante el siglo IX se levantó una ermita dedicada a San Vicente y una necrópolis asociada a esta, cuyos restos se encontraron durante el proceso de restauración y excavación arqueológica que financió la comunidad autónoma en el año 1988. Esta ermita sería trasladada tiempo después de su construcción al actual patio de armas, donde permaneció hasta el siglo XVIII.
El castillo se asienta en lo alto de un pequeño cerro.
Aunque la primera torre se levantó durante el siglo XII sobre la ermita original del siglo IX, la edificación actual data del siglo XIV. Esta última fase de construcción está relacionada con las luchas señoriales entre los Mendoza (señores del castillo) y los Manrique de Lara por los territorios de Campoo.
Dado que el castillo fue el emblema y sede del poder de los Mendoza, fue habitado por Dña. Leonor de la Vega, conocida como “la leona de Castilla”, quien tuvo que defenderlo frente a las reclamaciones de los Manrique de la Lara. Finalmente Dña. Leonor pudo transmitir la posesión a su hijo Iñigo López de Mendoza, I marqués de Santillana, pasando tras él a su hijo el I duque del Infantado.
Vista interior de una de las habitaciones del castillo de Argüeso, recreada con mobiliario de aspecto medieval.
El castillo, tal y como se conserva actualmente, está compuesto por un recinto amurallado, que cierra el patio de armas. Dado que el punto más débil en la defensa del castillo era la puerta, tras ella que se levantó una barbacana interna, y sobre la puerta se construyó un matacán, que a forma de garita servía para vigilar el acceso. Por su parte, las torres se levantaron en los extremos de la muralla, y se encuentran ligeramente desviadas para adaptarse al terreno.
Dado que el castillo no solo fue una fortificación militar, sino que aunó una función residencial, las dos torres fueron unidas en el siglo XV por un cuerpo central de tres plantas, donde se encuentran los amplios salones en los que habitaban los señores del castillo. La fachada de esta parte central está decorada con arcos conopiales y ojivales y puertas en altura a modo de vanos amplios.
El cortejador del castillo de Argüeso (también llamado festejador).
El estado actual es el resultado de una cuidadosa restauración, dado que desde mediados del siglo XX el castillo está completamente en ruinas. Tras la restauración, se ha dejado en la base del interior de una de las torres, algunos de los materiales encontrados durante la restauración, como una rueda de molino y una de las gárgolas originales.
El castillo de Argüeso está abierto todos los días, aunque es conveniente consultar su apertura los días festivos.
Horario de Invierno:
- Del 1 de noviembre al 31 de marzo, de 10:30-14:00 y de 16:00-17:30.
Horario de verano:
- Del 1 de abril al 31 de octubre, de 10:30-14:00 y de 16:00-18:30.
- Del 16 de julio al 30, de agosto hasta 19:30.
Castillo del Rey en San Vicente de la Barquera
Vista del castillo de San Vicente de la Barquera sobra la ría.
El castillo del Rey tiene un especial atractivo, no solo por la construcción en sí, sino también por el entorno marítimo de San Vicente de la Barquera donde se encuentra. No es de extrañar que sea por tanto uno de los castillos de Cantabria más visitados.
Aunque se ha apuntado a que el origen de la fortificación pueda estar en tiempos del rey Alfonso II el Magno, el castillo de San Vicente de la Barquera que se conserva actualmente se construyó en 1210. Fue este el momento en el que el rey Alfonso VIII le concedió a esta población de San Vicente de la Barquera el mismo fuero que a San Sebastián.
Desde lo alto del castillo se tiene una excelente panorámica de San Vicente de la Barquera y su entorno.
Para la ubicación del fuerte se eligió un promontorio que penetra en el mar entre los ríos Escudo y Gandarilla. Tanto por la elevación del promontorio sobre el que se levanta, como por los materiales y el grosor de sus muros, el castillo tiene un aspecto imponente. Este hecho hizo que los Reyes Católicos convirtieran la fortaleza en prisión, después de que ordenaran su restauración en 1496. Pero esta restauración no se debió a que el fuerte se encontrara en malas condiciones, sino a la intención de mantenerle en buen estado frente a posibles agresiones externas, hecho que atestigua su uso continuo desde su construcción.
Maqueta del antigua villa medieval de San Vicente de la Barquera y su castillo.
Debido a que la fortaleza se adapta al saliente rocoso sobre el que se eleva, la planta del castillo es casi el doble de larga que de ancha. Destacan en la estructura las dos torres, la oriental de planta cuadrada y la occidental de planta pentagonal, unidas por una estructura central abovedada e iluminada por ventanas de estilo gótico con vistas a la ría. Estas torres se diseñaron para defender el acceso al castillo y como protección en caso de que fuera tomada la entrada.
Actualmente se encuentra en un magnifico estado de conservación, por lo que el salón central se emplea como sala de exposiciones, en la que se muestran algunos objetos interesantes como cañones.
Restos de las murallas de San Vicente de la Barquera, junto a la iglesia.
Todo el castillo tiene unas espléndidas vistas, tanto de la ciudad como de la costa y la ría. Aunque se puede disfrutar de estas vistas a través de los ventanales de la sala de exposiciones, obviamente es recomendable el acceso a la cubierta de esta sala y en especial a la de la torre pentagonal, que puede ser considerado uno de los mejores miradores de Cantabria.
Para visitar el castillo es recomendable consultar los horarios, que pueden resultar algo complejos. Los puedes encontrar disponibles en el Portal Turístico de San Vicente de la Barquera.
Castillo-Faro de Santa Ana en Castro Urdiales
Vista del castillo de Castro Urdiales y las ruinas de la antigua ermita de San Pedro.
No podíamos hacer un listado de los mejores castillos en Cantabria sin mencionar al famoso castillo-faro de Castro Urdiales. Esta curiosa fortaleza se encuentra detrás de la iglesia gótica de Santa María. Solo les separa una pequeña explanada, que en origen fue el cementerio de la villa y que en la actualidad sirve de mirador.
Aunque se ha apuntado a un posible origen romano, lo cierto es que se sabe muy poco de su origen, y se cree que se construyó durante la segunda mitad del siglo XII, dado que fue un periodo de florecimiento económico de la villa.
Panorámica del puerto de Castro Urdiales, con el castillo y la iglesia de Santa María de la Asunción, de estilo gótico.
El fuerte en sí se encontraba dentro del primer perímetro defensivo de los dos que tenía la villa durante la Edad Media. Este primer perímetro estaba compuesto por una muralla que cercaba el castillo y la iglesia de Sta. María. El segundo perímetro, más moderno que el primero, cercaba los dos barrios de los que se componía la villa.
Aunque su planta original debió de ser cuadrada, hoy en día es de trapezoidal, lo que da cuenta de las reformas y reestructuraciones que ha vivido la fortificación. En su interior, la nave principal es de bóveda de cañón. Destacan especialmente en el castillo las torres cilíndricas que rematan sus esquinas. Pero sin duda, el elemento más significativo de este fuerte es el faro, construido en una de sus torres en 1853. Desde su patio trasero hay unas magníficas vistas de la ciudad y el mar.
El hermoso puente medieval junto al castillo de Castro Urdiales.
El castillo fue protagonista de la defensa de Castro Urdiales durante la toma de la ciudad por las tropas napoleónicas en 1813, pues fue el lugar donde se acabó refugiando la población y desde donde se arrojaron los cañones al mar para que no fueran tomados por los franceses. Igual que otros fuertes medievales, el castillo de Santa Ana ha servido de prisión, en este caso para los dos bandos enfrentados durante la Guerra Civil. Hoy en día todo el recinto se dedica únicamente a actividades culturales y al turismo.
Una vista más próxima del famoso castillo-faro de Castro Urdiales.
El castillo de Castro Urdiales está abierto todos los días, aunque una vez más es conveniente consultar su apertura los días festivos.
Horario de Invierno:
- Del 1 de noviembre al 31 de marzo, de 11:00-13:30 y de 16:30-18:30.
Horario de verano:
- Del 1 de abril al 30 de octubre, de 11:00-13:30 y de 18:00:20:00.
Otras fortificaciones de Cantabria que te pueden interesar
La hermosa torre del Infantado de Potes, junto al río Deva.
Como comentábamos al principio de esta entrada, Cantabria no es una región en la que abunden los castillos, que se encuentran principalmente en la costa. Sin embargo, hay una relativa abundancia de torreones medievales, muchas de los cuales se encuentran en buen estado de conservación, e incluso algunos son visitables, como la estupenda Torre del Infantado en Potes.
La torre de Don Borja, en Santillana del Mar.
A continuación os facilitamos una lista de los torreones más destacados de Cantabria, ordenados por las poblaciones en las que se encuentran:
Arnuero
- Torre de Venero.
Cartes
- Torreón de Cartes.
Colindres
- Ruinas del palacio del Infantado.
San Felices de Buelna
- Torre de Pero Niño.
Medio Cudeyo
- Casa-torre de los Alvarado en
Potes
- Torre del Infantado.
Santillana del Mar
- Torre de don Beltrán de la Cueva.
- Torre de Don Borja.
- Casa-torre de los Calderón de La Barca.
- Torre del Merino.
- Torre de Pronillo en Santander.
Valderredible
- Torre de Cadalso.
- Torre de Ruerrero.
Hasta aquí nuestro post dedicado a los castillos en Cantabria. Si echas en falta alguno que consideras imprescindible no dudes en dejarnos un comentario 🙂