El castillo de Loarre, ubicado en la villa del mismo nombre, se encuentra a 1.070 metros de altura y a 28 km. al noroeste de Huesca, desde donde se puede llegar en coche en una media hora. Es uno de los castillos medievales más famosos de toda España, más aún si cabe desde su aparición en la película de Ridley Scott, El Reino de los Cielos.
Panorámica del castillo de Loarre, ubicado a pocos metros de la villa del mismo nombre.
La ubicación del castillo es estratégica, dado que se encuentra en la sierra de Loarre, que separa la comarca de la Hoya de Huesca del valle del río Garona. Durante la Edad Media, esta sierra servía para comunicar de forma segura el reino de Pamplona y Aínsa. Pero el castillo también domina la llanura en la que se encontraba la población árabe de Bolea, una villa estratégica para la defensa de Huesca y la posterior expansión hacia el valle del Ebro.
Si te encuentras en Huesca o Zaragoza, puedes visitar el castillo mediante la estupenda visita guiada que organizan desde Civitatis. Igualmente, si te gustan los castillos medievales recomendamos también la excursión a Monzón, otra histórica villa con un imponente castillo templario.
El castillo de Loarre es uno de los castillos españoles más impresionantes que hemos tenido la oportunidad de visitar, por lo que desde aquí te animamos a que te acerques a visitarlo. Por cierto, si te interesan los castillos y fortaleza medievales, no dejes de visitar nuestras entradas sobre los castillos de Olite, Ponferrada o el propio castillo-colegiata de Alquézar, también en Huesca. Todos son un magnífico ejemplo de la arquitectura medieval defensiva de España, cada uno de ellos, eso sí, con un estilo propio muy marcado.
Índice
Historia del castillo de Loarre
El origen del actual castillo de Loarre se encuentra en la mota fortificada que mandó construir el rey de Pamplona Sancho III el Mayor (1004-1035). Esta construcción, llevada a cabo entre 1016 y 1020, solo era una más entre las muchas que componían la línea defensiva frente a los musulmanes. Se trataban de pequeños fortines construidos con madera y tierra que nada tenían que ver con el actual castillo.
Dibujo a mano del castillo de Loarre, obra de Isidro Gil (1905).
Posteriormente, en el año 1070, el rey Sancho Ramírez, nieto de Sancho III el Mayor, recuperó la fortaleza de los musulmanes, quienes la habían tenido en su poder un breve tiempo. Solo un año después, el papa Alejandro II emitió una bula tomando bajo su protección al monasterio de Loarre, cuya construcción debía llevar a cabo el rey Sancho Ramírez, junto al abad de San Juan de la Peña y el legado pontificio. La obra no se finalizó hasta el año de la muerte del rey, en 1094.
Poco después, en 1097, la comunidad monástica fue trasladada al castillo de Montearagón, con la intención de tomar Huesca, aún en posesión musulmana. Dado que para estas fechas el castillo de Loarre había perdido su funcionalidad al quedar en la retaguardia, la construcción debía de estar concluida, con excepción del recinto amurallado que se realizó en 1287 como respuesta a una matanza.
Vista del castillo de Loarre desde la carretera que da acceso al castillo.
El castillo no volvió a tener notoriedad hasta el siglo XV, durante la revuelta del conde de Urgel. La fortaleza fue defendida por la abadesa Violante de Luna, aunque finalmente cayó derrotada por el bando real. Ese mismo siglo la población que habitaba en las cercanías del castillo se trasladó definitivamente a la actual villa de Loarre, para la que reutilizaron algunos de los materiales del castillo.
El exterior del castillo de Loarre
La muralla defensiva
Vista de la muralla exterior del castillo, con la puerta de acceso a la izquierda. Foto: G. Almeida
La muralla actual que protege el castillo de Loarre se fecha en el siglo XIII. Cuenta con diez torreones de planta semicircular y uno de planta cuadrada. Todos estos torreones se caracterizan por no estar cerrados al interior de recinto, y ser más elevados que el lienzo de la muralla propiamente dicha.
Plano del castillo de Loarre, con la muralla exterior y sus torreones.
El relativo buen estado de conservación de la muralla y sus torreones es uno de los aspectos más destacados del castillo de Loarre. La Puerta de los Reyes, en el sector oriental de la muralla, es el actual acceso al recinto y se encuentra flanqueada por dos de estos torreones.
La torre albarrana
La solitaria torre albarrana del castillo de Loarre, rodeada por las murallas del castillo.
Originalmente, las torres albarranas solían construían extramuros para defender una puerta de acceso al castillo. A pesar de esto, la torre albarrana de Loarre se encuentra intramuros y es de construcción posterior al recinto, por lo que se desconoce su función real.
Actualmente está reconstruida, pero antes de 1915 todo su interior se había hundido, y no fue hasta la reconstrucción cuando se supo que la torre estaba rematada por una pequeña bóveda. También durante la reconstrucción se modificaron las ventanas, para las que se construyeron parteluces y capiteles que antes no existían.
Las torres del castillo de Loarre
La Torre del Homenaje
Esta torre de planta cuadrada, conocida como Torre del Homenaje, fue construida en el siglo XI y destaca sobre el resto del castillo por su altura, dado que alcanza los 31 metros. Se trata del núcleo original del castillo, a la que las posteriores construcciones, como la iglesia de San Pedro, se le fueron adosando.
Originalmente se accedía a la torre por medio de una pasarela de madera y una puerta ubicada en la tercera planta. Posteriormente, el rey Sancho Ramírez sustituyó la pasarela por el arco de piedra que vemos en la actualidad.
La Torre de la Reina
El nombre de Torre de la Reina se debe a una tradición popular, no porque hubiera acogido en ningún momento a ninguna reina o dama. Se trata de una torre de planta rectangular de pequeñas dimensiones y que está dividida en tres plantas. Aunque originalmente no estaba almenada, durante su reconstrucción se añadió en su parte superior una hilera de almenas.
El elemento más característico de esta torre es su galería de ventanas geminadas de estilo lombardo, ubicada en la tercera planta. El lienzo oeste de la Torre de la Reina se une a la muralla antigua del castillo, donde se abre una puerta y una gran ventana. En el lado norte, la torre se unía a la Torre del Homenaje por medio de un arco de medio punto mandado hacer por Sancho Ramírez. Actualmente se ha reconstruido con una pasarela metálica.
La Torre Norte
En el sector nororiental del castillo todavía se conservan los restos de la Torre Norte. Aunque actualmente se encuentra en muy mal estado, el hecho de estar más protegida y su estilo lombardo, han llevado a plantear que se trata realmente de la Torre del Homenaje, donde debería haber residido el señor del castillo.
El interior del castillo de Loarre
La puerta de acceso al castillo
Dibujo de la puerta de entrada al castillo. Isidro Gil, 1905.
La entrada al castillo estaba presidida por una puerta monumental sobre cuyo arco de medio punto se encontraba un gran tímpano decorado con relieves. Actualmente, de los relieves apenas quedan unos fragmentos mal conservados. Gracias a los dibujos de encargados por el Conde de Guimerá en el siglo XVII y a los dibujos publicados por Isidro Gil Gabilondo en 1905, se sabe que el hermoso tímpano habría estado compuesto por las imágenes esculpidas de Cristo en Majestad en una mandorla y rodeado de los símbolos de los evangelistas y las efigies de unos ángeles.
La escalera principal
Vista interior de la escalera principal del castillo.
La escalera principal cruza por debajo la iglesia de San Pedro y está cubierta por una gran bóveda de cañón, decorada con unas molduras ajedrezadas. A sus lados se abren dos puertas, a la derecha la que da acceso a la cripta de Santa Quiteria y a la izquierda el cuerpo de guardia.
La escalera asciende salvando el desnivel y sus escalones forman tres calzadas. En su extremo superior, la escalera se divide en dos rampas divergentes que facilitan la defensa.
La capilla de Santa Quiteria
La pequeña capilla de Santa Quiteria albergaba en su interior la arqueta románica de San Demétrio. Esta arqueta, que guardaba los restos del santo, se conserva actualmente en la iglesia parroquial del pueblo de Loarre. Este santo, según la tradición, protegía de los asaltos armados.
Capitel de estilo románico, en el interior de la capilla de Santa Quiteria.
La cripta es bastante oscura, ya que solo está iluminada por tres pequeños ventanales. En el interior encontramos una serie de arcos, soportados por capiteles decorados con aves y motivos vegetales. Sin embargo, debido a la oscuridad no es fácil apreciarlos bien.
Ventana exterior de la capilla de Santa Quiteria.
La iglesia de San Pedro
Interior de la iglesia San Pedro, en el castillo de Loarre.
La iglesia de San Pedro fue mandada construir por el rey Sancho Ramírez en el siglo XI. Adaptada al terreno escarpado y a las defensas del castillo, es la parte más visible del mismo si se contempla desde el sur. El motivo de la construcción se debió a la instalación de una comunidad de monjes, para los que la antigua capilla de la Reina se quedaba pequeña.
Dos capiteles románicos, en el interior de la iglesia de San Pedro.
La iglesia tiene una planta de una sola nave, con una elevada bóveda de cañón. Está decorada en su interior y exterior con ochenta y dos capiteles románicos, dispuestos tanto en la nave como en su ábside semicircular.
La iglesia Santa Mª de Valverde (capilla de la Reina)
Ubicada en el ángulo sureste del castillo, se trata de la iglesia original del castillo lombardo de Sancho el Mayor. Es una pequeña capilla bajo la advocación de Nuestra Señora de Valverde. Consta de una única nave bastante estrecha, rematada con una bóveda de medio cañón. Del muro de su ábside arranca la ya mencionada iglesia de San Pedro.
Las dependencias monásticas
Como consecuencia de la instalación en el castillo de la comunidad monástica, después de que Sancho Ramírez se hiciera vasallo del Papa en 1068, se tuvo que ampliar la fortificación. Se levanto así el pabellón norte, que servía de zona de habitación para los monjes. Para ello se aprovechó una vieja torre conectada a la muralla. La vieja torre se convirtió en la cabecera de los pabellones monásticos, que actualmente están en ruinas. Bajo esta zona aterrazada se encuentran los antiguos almacenes de víveres, a los que hoy día se llama “la mazmorra”.
El mirador de la Reina
El mirador de la Reina se encuentra en el lado sureste del castillo. Este gran mirador formaba parte de una gran sala del periodo de Sancho Ramírez, que debía de estar compuesta por dos naves paralelas y dos alturas. Esta gran sala, actualmente desaparecida, estaba iluminada por un gran ventanal que todavía se conserva. En su origen era geminado, aunque ya en 1905 había desaparecido el parteluz, como se puede ver en el grabado publicado por Isidro Gil. En su parte interior, este ventanal estaba decorado por unas columnillas, hoy desaparecidas, rematadas por unos capiteles que sí se conservan.
El Aljibe y el pozo
Dado que en las cercanías del castillo no hay pozos o ríos, el castillo dependía del agua de lluvia para su supervivencia. Debido a esto, se construyó un aljibe en el que poder guardar el agua de lluvia (o bien subirla desde otras fuentes). Se construyeron dos salas abovedadas para esta función, en cuyo extremo sudoeste se encuentra el brocal del pozo.
Las inscripciones del Castillo de Loarre
El castillo de Loarre contiene varias inscripciones y marcas de cantero que dan testimonio tanto de su relevancia como del proceso de su construcción. Entre todas estas inscripciones destacan el crismón y las inscripciones de la puerta principal. También son interesantes las lipsanotecas y la arqueta de San Demetrio, pero actualmente se encuentran en la iglesia parroquial de Loarre y no en el castillo.
El crismón de Loarre
Este crismón del siglo XI es famoso por su elaborada composición, lo que lo hacen bastante inusual. Se encuentra en un sillar sobre el arco de entrada de la capilla de Santa Quiteria. Su elaboración ha de entenderse desde la tradición de monogramas cruciformes, ampliamente desarrollada en la alta Edad Media occidental y en Bizancio. Según el Archivo Epigráfico de Hispania Tardoantigua y Medieval, en el texto del crismón se puede leer:
P(ater) X(ristus) A (et) Ω , S(piritus), E(cclesiae) et R(ex), D(ominus) N(ostris), I(mpellere) H(ostes)
Inscripciones del pórtico
El tímpano del pórtico estaba compuesto por una serie de relieves, con inscripciones datadas en el siglo XI. Si bien se han perdido la mayoría, se conservan dos de estas inscripciones en el tímpano de la puerta. En la primera de ellas, un arcángel portaría un clípeo o escudo en el que se leería:
Gab/rie/l fo/rti/tu/do/ Dei
Se trataría de una interpretación del nombre del arcángel Gabriel que aparece en varias fuentes antiguas, como en las Etimologías de San Isidoro.
Por su parte, en la mandorla del Cristo quedan los restos de una inscripción:
[- – -]nias invictas ubi ti[- – -] fons ego sum vita [- – -]
Conserva inexpugnadas estas mansiones
El texto está relacionado con el Apocalipsis y se puede encontrar en otras portadas románicas.
Inscripción de la jamba de la puerta
Se trata de la inscripción más grande del castillo y se encuentra en la jamba derecha de la misma puerta en la que se encuentra el tímpano. Dado que se realizó en un sillar de la estructura, se sigue manteniendo en su ubicación original. Pero debido al mal estado de algunas de sus partes plantea problemas de lectura:
(crux) In Dei n(omi)ne • hic re/quiescit • famulus De/i Tulgas qui obiit pri/die k(a)l(enda)s Dece(m)bris • in E/ra MCXXXIIII • qui /legere ista litera / oret Pater ave Ma(ria) req(u)/iet ille [req(ui)ec(a)nt in p(ace) •”
En el nombre de Dios, aquí descansa el siervo de Dios Tulgas, que murió en 30 de noviembre de 1134. El que lea este epitafio rece el Padre …
Castillo de Loarre: horarios y precios
Vista panorámica del castillo de Loarre. Foto: Juanedc
El castillo está abierto todo el año, aunque los rangos de horas varían según las estaciones:
- Invierno: abierto de 11:00 a 17:30
- Primavera y otoño: abierto de 10:00 a 19:00
- Verano: abierto de 10:00 a 20:00
En cuanto a los precios, la entrada varía entre 4 y 7€. Puedes consultar las diferentes tarifas en la web oficial del castillo.
Qué ver cerca del castillo de Loarre
Además del propio pueblo de Loarre, muy cerca del castillo se encuentran los conocidos Mallos de Riglos. Estas formaciones rocosas constituyen uno de los paisajes naturales más espectaculares de la provincia de Huesca, por lo que si dispones de tiempo no dudes en visitarlos.