El Castillo de Olite es una de las maravillas medievales de España, y es con diferencia la estructura más reconocible del patrimonio de la población de Olite. Aunque es frecuente referirse a esta construcción como castillo, es en realidad un palacio, dado que fue entendido más como residencia real que como una fortificación defensiva. El palacio destaca por su extraordinaria belleza, que le convirtió en su día en uno de los palacios más bellos y lujosos de su época.

Cómo llegar al castillo de Olite en Navarra

El municipio de Olite se encuentra en la comarca de Tafalla, en la zona media de Navarra, a 42 km de Pamplona. Debido a esta proximidad se puede llegar en coche en una media hora desde la capital de la Comunidad Autónoma. También existe la posibilidad de ir en tren desde Pamplona.

Durante nuestra estancia en Olite nosotros nos alojamos en el Hotel La Joyosa Guarda. Es de 3 estrellas, pero las suites parecen de 5 estrellas, y además la ubicación es inmejorable.

Castillo de Olite: horario y precio de entradas

El palacio no es visitable todo el año por lo que es recomendable consultar los horarios que tiene sus puertas abiertas al público.

Verano:

  • Junio y septiembre: de lunes a viernes, de 10:00 a 19:00. Sábado y domingo, de 10:00 a 20:00.
  • Julio y agosto: de lunes a domingo, de 10:00 a 20:00 (incluido el 15 de agosto)

Otoño:

  • Del 1 al 14 de octubre: de lunes a domingo, de 10:00 a 19:00 (incluido el puente de El Pilar)
  • Del 15 al 31 de octubre: de lunes a viernes, de 10:00 a 18:00. Sábado y domingo, de 10:00 a 19:00.
  • Noviembre: de lunes a domingo, de 10:00 a 18:00 (incluido el puente del 1 al 4)
  • Diciembre: de lunes a domingo, de 9:30 a 17:30 (incluido puente del 1 al 9). Días 24 y 31, de 10:00 a 14:00. Día 25, cerrado.

El precio de la entrada es de 3,50 € haciendo la visita por libre. Pero aconsejo hacer la visita guiada por 4,90 €, y en la que durante 40 minutos te enseñan el palacio.

La historia del Palacio Real de Olite

A pesar de que el origen de la población de Olite se fecha en el año 621, cuando el rey visigodo Suintila estableció en la zona un núcleo fortificado, no es hasta el siglo XIV cuando adquiere una mayor importancia. Es durante el reinado de Carlos III de Navarra cuando Olite se convirtió en la sede favorita de la realeza navarra.  Esto se debió a que hizo del castillo de Olite el principal palacio del reino y su residencia familiar.

Escultura de la reina Blanca I de Navarra en el claustro de Santa María la Real de Olite

Reproducción de la escultura de Blanca I de Navarra en el claustro Santa María la Real de Olite.

El interés por el castillo de Olite lo heredó la reina Blanca I, quien durante su reinado residió la mayor parte del tiempo en él, manteniendo y ampliando el palacio. Ya después de la muerte de la reina, y en el escenario de la lucha por el poder entre los miembros de su familia, fue en el palacio donde se firmó el tratado por el que a Juan II, marido de la reina Blanca, era reconocido rey de Navarra y su hija Leonor I como heredera. Pero estos enfrentamientos supusieron que el castillo de Olite dejó de ser la sede real, siendo solo ocupada de forma temporal. A partir de 1515, con la unión de Navarra y Castilla, será escasamente visitado por los reyes de España.

Como consecuencia del paulatino abandono que sufre el palacio desde el siglo XVI, rápidamente se fue deteriorando. Finalmente, en 1813, durante la Guerra de la Independencia Española, Espoz y Mina incendió lo que quedaba del palacio real para impedir que sirviera de fortificación a las tropas napoleónicas. El estado actual del edificio es el resultado de una restauración realizada entre 1937 y 1967.

La construcción no siguió un plan estructurado, de forma que se realizo en distintas fases a lo largo de toda su historia, lo que hace que muestre un aparente desorden.  El conjunto en general se caracteriza por sus jardines, murallas y altas torres, y se pueden diferenciar tres recintos: el Palacio Viejo,  el Palacio Nuevo y la iglesia de Santa María la Real.

El Palacio Viejo

Palacio viejo, actual Parador de turismo de Olite

Fachada principal del Palacio Viejo de Olite.

El antiguo Castillo de Olite fue construido en el siglo XIII y estaba estructurado alrededor de un patio rectangular cerrado entorno al que se disponían todas las habitaciones. Cuando se construyó el Palacio Nuevo, los reyes trasladaron sus dependencias desde el viejo, que se empezó a utilizar como establos, cocinas y dependencias secundarias para el servicio de los reyes. De la estructura interna original del Palacio Viejo ya no queda nada,debido a que es actualmente el Parador de Turismo.

Ventana gótica del Palacio Viejo con los escudos de Carlos III de Navarra.

Ventana gótica del Palacio Viejo con los escudos de Carlos III de Navarra.

En su fachada principal conserva una ventana gótica con dos escudos de Carlos III, y en la que además en el siglo XVII se añadió un escudo de Felipe II. También conserva las cuatro torres laterales, conocidas como: Torre de San Jorge, Torre de la Prisión, Torre de la Cigueña o de la Atalaya, y una cuarta sin nombre.

El Palacio Nuevo

Castillo de Olite, visto desde su lado Norte

Castillo de Olite, visto desde su lado Norte.

Construido con grandes muros de piedra, adopta una forma poligonal con entrantes y salientes un tanto descuidadas y numerosas torres cubiertas originalmente con techos de plomo y en la actualidad de pizarra. El resultado final fue un palacio bastante ecléptico debido a la influencia francesa en torres, ventanas y balcones; e hispana por los techos artesonados, azulejos y yeserías. Además tenía jardines colgantes, huertos y un parque zoológico con un león, un camello, loros, perros de caza, halcones, cuatro búfalos africanos, una jirafa, ardillas, etc.

Aunque en conjunto se le consideró como una de las cortes más lujosas de su tiempo, actualmente no queda nada de la decoración interior, salvo unos restos de yesería y azulejos. Pero se sabe que originalmente las habitaciones estabas decoradas con azulejos, yeserías, tapices, artesonados dorados y vidrieras.

Las Torres del Castillo de Olite

Torre del Homenaje de Castillo de Olite vista desde el sur

Torre del Homenaje vista desde el sur.

La Torre del Homenaje es más alta del palacio, fácilmente reconocible por su base rectangular en la que sobresalen cuatro pequeñas torrecillas circulares en su terraza. En la planta principal, se encuentran las salas principales del rey y la reina, y otras habitaciones menores, utilizadas por el servicio de reyes.

Torre de las Tres Coronas, en el lado norte del Castillo de Olite

Torre de las Tres Coronas, en el lado norte del Castillo de Olite.

La Torre de las Tres Coronas, destaca por su forma peculiar en tres alturas, en orden descendente y octogonal. Su parte superior podría ser utilizada para criar palomas, aunque también pudo servir de patio de recreo para los niños de la familia real.

El Pozo de Hielo del castillo de Olite

El Pozo de Hielo. 

Desde este lugar se puede ver el Pozo de hielo, con una cubierta en forma de huevo para proteger el hielo durante todo el año, por lo que se encuentra en el lado norte. Este pozo fue hecho en el siglo XVII.

Vista general de las torres del lado sur del Castillo de Olite: Torre Fernero, Torre de la Atalaya y Torre de los Cuatro vientos

Vista general de las torres del lado sur del Castillo de Olite: Torre Fernero, Torre de la Atalaya y Torre de los Cuatro vientos.

La Torre de Fenero controlaba el paso a través de la puerta de la ciudad de Fenero, a través de la que llegaban carros de heno. Es un simple vano formado por un arco apuntado sin ninguna decoración.

Torre de la Atalaya del Castillo de Olite

Torre de la Atalaya del Castillo de Olite.

Torre de la Atalaya. Se encuentra en el lado sur y más alejado del conjunto residencial. Es una torre cuadrada en cuya terraza almenada se alza otra más pequeña circular, en la que solo hay espacio para que un hombre pueda estar. La estructura cuadrada posee tres balcones góticos, desde los que los reyes se asomaban para ver los espectáculos que se realizaban a los pies del castillo.

Torre de los Cuatro Vientos castillo de Olite.

Torre de los Cuatro Vientos, castillo de Olite. 

La Torre de los cuatro vientos. Es llamada así debido a que en en tres de sus lados hay un balcón orientado a cada uno de los puntos cardinales, sirviendo también para poder ver los espectáculos celebrados en la ciudad. Se encuentra muy próxima a la de la Atalaya.

Torre del Aljibe. El único propósito de esta torre era almacenar agua del río Cidacos, que se traía para abastecer el palacio y sus jardines por medio de tuberías de plomo incrustadas en las paredes del palacio.

Las Salas de la Reina y del Rey

Ventana de la Sala de la Reina del Castillo de Olite

Ventana de la Sala de la Reina

Estas eran las habitaciones privadas de los reyes y se encuentran junto a la Torre del Homenaje. La Sala de la reina destaca por conservarse su chimenea y los bancos de piedra junto a las ventanas. Aunque no queda nada de su decoración original, se sabe que tenía zócalos de madera, tapices, pinturas, yeserías y en los techos había paneles de madera con detalles dorados.

Chimenea de la Sala del Rey del castillo de Olite

Chimenea de la Sala del Rey del castillo de Olite.

Por su parte la Sala del Rey es una habitación grande que servía principalmente para los banquetes. Tiene otra habitación pequeña que era utilizada como lugar de descanso del monarca, con una chimenea de piedra y grandes ventanas góticas con bancos.

Las galerías

La Galería Dorada del Castillo de Olite

La Galería Dorada.

El Castillo de Olite cuenta con dos grandes galerías. La más importante es la Galería Dorada, que se encuentra junto a la Cámara del Rey y sus vistas dan al Patio de la Morera. Destaca por su galería de arcos góticos superpuestos.

El Claustrillo del Castillo de Olite

El Claustrillo.

También se puede ver el Claustrillo, situado al lado de la cámara de la Reina, con un pequeño jardín colgante para el uso exclusivo de la reina. Para su construcción fue necesario construir la sala Abovedada. La galería del Claustrillo debe su nombre a que se construyó en forma de claustro, con altos arcos con pequeños detalles decorativos góticos en su parte superior.

Los patios y jardines

Entrada al Patio de los Naranjos del Castillo de Olite

Entrada al Patio de los Naranjos del Castillo de Olite.

Actualmente la entrada al palacio se hace por un arco situado en la Plaza de Carlos III el Noble, y que conduce a una plaza interior pavimentada conocida como Patio de los Naranjos. Desde esta entrada se puede ver el exterior del ábside de la iglesia de Santa María la Real y su campanario. El nombre del Patio de los Naranjos se debe a que el rey ordenó que se plantaran naranjos y otros frutales, que como los demás jardines del Palacio estaban al cuidado de los jardineros y de los propios reyes.

Vista de la gran morera frente a la Galería Dorada

Vista de la gran morera frente a la Galería Dorada.

El Patio de la Morera es un espacio cuadrado en cuyo centro se encuentra una morera blanca declarada Monumento Natural de Navarra, ya que según la tradición fue plantada por el propio rey Carlos III.

El Patio de la Pajarera era el espacio reservado para la cría de aves. Estaba completamente cerrado por sus lados y cubierto por una red en su parte superior para que las aves no escaparan, pudiendo verse desde la Galería Dorada.

Iglesia de Santa María la Real de Olite

Santa María la Real vista desde la Torre del Homenaje del Castillo de Olite

Santa María la Real vista desde la Torre del Homenaje del Castillo de Olite.

Santa María la Real es una pequeña iglesia gótica dentro del castillo de Olite, que fue construida en el siglo XIII. A pesar de estar dentro del palacio no fue iglesia palatina, dado que los reyes tenían la Capilla de San Jorge, construida por Leonor de Castilla, pero se ha perdido por completo.

Claustro de Santa María la Real de Olite

Claustro de Santa María la Real de Olite.

La Iglesia destaca en su exterior por la portada compuesta por cinco arquivoltas puntiagudas decoradas, como el tímpano que representa una imagen de Santa María. En ambos lados de este arco hay un grupo de arcos ciegos con imágenes que representan a los Apóstoles.

Frente a su fachada principal se descubrió un hermoso claustro de la misma época, y en la que se colocó una estatua de la reina Banca I, cuyo original se conserva actualmente en el interior de la iglesia.

Retablo de Santa María la Real de Olite

Retablo de Santa María la Real de Olite.

En el interior destaca el retablo renacentista del siglo XVI atribuido a Pedro de Aponte, presidido por una escultura gótica de la Virgen María.

Esta iglesia cierra sus puertas a las 13:00 horas, por lo que si se ha visitado a primera hora el palacio, es una buena forma de concluir la visita a este monumento que ha sido elegido la primera de las siete maravillas medievales de España.

Si te gustan los castillos quizás también te interese alguna de estas entradas:

David Sevillano

David Sevillano

Historiador y sinólogo. Me encantan los libros, viajar y todo lo relacionado con la China Antigua.

Responder