¿Qué ver en Rávena? Aunque no es una de las ciudades más conocidas del norte de Italia, la ciudad de Rávena (o Ravenna, como se dice en italiano) es un destino imprescindible cuando se visita la región de Emilia–Romagna. En ella se concentran una gran cantidad de edificios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, convirtiéndola a nivel artístico en una de las ciudades más importantes de Italia, y en la que además se puede comer bien y barato. En la entrada de hoy te contamos todo lo que hay que ver en Rávena, la ciudad de los mosaicos y el arte bizantino.
Rávena es mundialmente conocida por sus impresionantes mosaicos bizantinos.
Por cierto, si te encuentras por el norte de Italia quizás también te interesen nuestras entradas sobre Venecia, Ferrara o San Marino. Todos ellos son destinos muy diferentes entre sí, pero que sin duda bien merecen una visita 🙂
Índice
Qué hacer en Rávena: visitas guiadas por los monumentos
El principal atractivo de Rávena lo encontramos en el interior de sus edificios. Sin duda, la arquitectura bizantina, el arte paleocristiano y los mosaicos de lugares como la iglesia de San Vital o el mausoleo de Gala Placidia son el punto fuerte de la ciudad. Siempre es agradable dar un paseo y conocer las calles de una ciudad, pero en el caso de Rávena, si no accedes al interior de sus monumentos te estarás perdiendo el 90% de la experiencia.
En Civitatis organizan una visita guiada por Rávena , que incluye el acceso a todos los monumentos importantes que hay que ver en la ciudad. Es uno de los mejores tours que hemos tenido la oportunidad de realizar, por lo que no puedo dejar de recomendártelo (eso sí, el tour se realiza en inglés o italiano).
Para los más aventureros, hay otro tour similar pero en bicicleta. Una manera divertida de visitar Rávena y conocer a fondo la ciudad de los mosaicos, que por cierto es bastante plana y fácil de recorrer.
Breve historia de Rávena
Retrato del emperador Justiniano I, en San Apolinar el Nuevo.
Ya desde época romana la ciudad de Rávena se había beneficiado de su posición estratégica, principalmente por su cercanía al delta del río Po. Esto le llevaría más tarde a convertirse en capital del Imperio Romano de Occidente, a partir del año 402 d.C., bajo el mandato del emperador Honorio. La importancia que adquiere Rávena desde este momento hizo que tiempo después, en el año 568, el famoso emperador Justiniano I, convirtiera la ciudad en la sede del gobernador romano oriental en Italia, conocido como exarca. Por este motivo, con frecuencia se pueden encontrar referencias a la ciudad como el Exarcado de Rávena.
Qué ver en Rávena: monumentos y lugares de interés.
¿Qué tiene Rávena de especial? La respuesta es bastante sencilla: una de las mayores concentraciones de arte paleocristiano y bizantino del mundo. Hay muchas cosas y edificios interesantes que ver en Rávena, y gran parte de ellos fueran declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996. Una de las ventajas es que en único día se pueden ver la mayoría de los monumentos principales. En cualquier caso, la mejor opción es madrugar y empezar temprano la visita, para así aprovechar bien el día en esta hermosa ciudad.
El espectacular interior del mausoleo de Gala Placidia, una de las visitas obligadas de Rávena.
Pagando dos entradas diferentes se pueden ver la mayor parte de los lugares de interés de Rávena:
- Una otra entrada que permite ver la iglesia de San Vital, el mausoleo de Gala Placidia, el Baptisterio Neoniano, el Museo Archiepiscopal y la basílica de San Apolinar.
- Otra entrada conjunta con la que se pueden ver el Mausoleo de Teodorico, San Apolinar en Classe y el Museo Nacional de Rávena.
A continuación vamos a dar un rápido repaso por todos estos monumentos, empezando por el que es sin duda el punto fuerte de la ciudad: la iglesia de San Vital de Rávena.
Las iglesias paleocristianas y bizantinas de Rávena
San Vital de Rávena
El exterior de la iglesia de San Vital de Rávena es bastante austero.
La famosa iglesia de San Vital se encuentra en el centro de la ciudad de Rávena. Muy cerquita se encuentran también el pequeño mausoleo de Gala Placidia y el Museo Nacional de Rávena, los cuales también te recomiendo visitar. San Vital destaca por su planta octogonal y, sobre todo, por los impresionantes mosaicos bizantinos que cubren su altar mayor. Entre ellos se encuentra el famosísimo mosaico de Justiniano I que encabeza este post. Si quieres saber algo más de él, dejo aquí un enlace a su entrada en wikipedia. Frente al mosaico del emperador encontramos también el de su señora esposa, Teodora. Realizados entre los años 546 y 548, estos mosaicos están considerados como el mejor ejemplo del arte bizantino figurativo.
El ábside de San Vital de Rávena, repleto de mosaicos por todas partes.
La basílica de San Apolinar el Nuevo
Mosaico de la procesión de las Santas Vírgenes y los Reyes Magos, en el interior de San Apolinar el Nuevo.
San Apolinar el Nuevo se encuentra en el este de Rávena, junto al Palacio de Teodorico y apenas a 12 minutos andando desde San Vital. Mandada construir en el año 505 por el rey ostrogodo Teodorico el Grande, esta hermosa basílica fue consagrada a Cristo Salvador, inicialmente para el culto arriano. Más tarde, en el 540, fue convertida al culto católico por los bizantinos. Como la mayor parte de los monumentos de Rávena, San Apolinar destaca por la decoración de su interior. Las paredes laterales de la nave central están todas recubierta con mosaicos, cuyo motivo principal es una larguísima procesión de Santos Mártires, Santas Vírgenes y los tres Reyes Magos en dirección al altar donde se encuentra Jesús.
Vista exterior de la basílica de San Apolinar el Nuevo en Rávena.
El Baptisterio Neoniano de Rávena
Exterior del Baptisterio Neoniano de Rávena
Rávena posee dos baptisterios, uno dedicado a los fieles católicos y el otro a los seguidores del arrianismo, separados ambos por un paseo de apenas 8 minutos. El Baptisterio Neoniano es uno de los monumentos protegidos por la Unesco más antiguos de Ravena, y su construcción se remonta a finales del siglo IV. De planta octogonal, el baptisterio está totalmente construido en ladrillo. Se encuentra ubicado justo al lado del Museo Archiepiscopal de Rávena, por lo que no tiene pérdida.
Mosaico de la cúpula del baptisterio Neoniano de Rávena
En el interior del baptisterio neoniano hay una cúpula recubierta por un hermoso mosaico. Destaca por sus tonos azules y dorados, y en él podemos observar la escena de San Juan Bautista bautizando a Jesús en el río Jordán, rodeados ambos por los doce apóstoles.
El Baptisterio Arriano
Mosaico de la cúpula de baptisterio arriano de Rávena
El diminuto Baptisterio Arriano de Rávena fue mandado construir por el emperador Teodorico el Grande. Es el edificio más antiguo de los ocho inscritos en la Unesco. Al igual que en el caso anterior, por dentro de la cúpula hay un precioso mosaico en el que vemos una vez más representada la escena del bautizo de Jesús, esta vez en tonos más verdes.
La entrada al baptisterio Arriano solo cuesta 1€.
La iglesia de San Giovanni Evangelista
Exterior de la iglesia de San Juan Evangelista, en Rávena.
Esta antiquísima iglesia fue mandada edificar en el siglo V por la emperatriz Gala Placidia. Tiene la típica planta de basílica de tres naves, y durante la II Guerra Mundial sufrió graves daños. Afortunadamente, la iglesia ha sido totalmente restaurada, y hoy en las naves laterales se encuentran expuestos los mosaicos que decoraban el suelo de 1213. Estos mosaicos representan motivos geométricos, animales, e incluso las Cruzdas y algunas batallas navales.
Basílica de San Apolinar in Classe
Los mosaicos bizantinos del ábside de San Apolinar in Classe.
A pesar de encontrarse a 5 km de la ciudad, la basílica de San Apolinar in Classe es uno de los lugares más importantes que hay que ver en Rávena. Para visitarla es necesario tomar el autobús numero 4, cuya parada se encuentra justo frente a la estación de tren de Rávena. Otra opción es solicitar un taxi, pero siempre resulta más caro.
En el exterior de la basílica encontramos una torre-campanario del siglo IX, de planta cilíndrica. El edificio es de ladrillo y cuenta con tres naves, pero destaca sobre todo el ábside, decorado con un gran mosaico. En él aparece una gran cruz como motivo central , bajo la que se encuentra San Apolinar orando, rodeado por ovejas que representan a sus fieles. En los laterales de la basílica se encuentra además una serie de sarcófagos paleocristianos bastante interesantes.
Los mausoleos y palacios de Rávena
Mausoleo de Gala Placidia
Vista exterior del diminuto mausoleo de Gala Placidia.
A pesar de ser un pequeño edificio de ladrillo con planta en forma de cruz, el Mausoleo de Gala Placidia es sin duda uno de los lugares más impresionantes de Rávena. Ubicado junto a San Vital, está destinado a albergar los restos mortales de la emperatriz Gala Placidia, hija, hermana y madre de algunos de los últimos emperadores del Imperio Romano de Occidente.
Uno de los mosaicos interiores del Mausoleo de Gala Placidia.
El mausoleo fue construido entre 425 y 430, y destaca principalmente por sus bellos y suntuosos mosaicos, que mezclan motivos religiosos y florales. En ellos se observa la transición entre el arte paleocristiano y el bizantino, y se encuentran entre los más antiguos de los conservados en Rávena.
El Mausoleo de Teodorico
El singular mausoleo del rey Teodorico, en las afueras de Rávena.
Este mausoleo fue mandado construir por el rey Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos, aproximadamente en el año 520 d.C. para que albergara su propia tumba. A diferencia del resto de edificios de Rávena, hechos en ladrillo, este mausoleo fue construido con mármol. Consta de dos plantas: una planta baja de forma decagonal, y una superior circular donde se albergaba el féretro hecho en pórfido. A esta planta se accedía por una escalera exterior y un pequeño deambulatorio perimetral.
Durante la época bizantina se extrajeron los restos del rey para convertir el edificio en una capilla. Sin duda, la parte más imponente de la tumba es su cubierta de piedra, formada por un único monolito en forma de casco, de 300 toneladas de peso y 11 metros de diámetro. Esta singular cúpula fue transportada por mar desde Aurisina, y convierte al mausoleo de Teodorico en una edificación única en el mundo.
La tumba de Dante
Pese a que el poeta Dante Alighieri había nacido en Florencia, sus restos se encuentran hoy en día enterrados en Rávena, donde murió en el exilio en 1321. Doscientos años después de su muerte , los florentinos levantaron una tumba para él, obteniendo además el permiso del papa León X para trasladar sus restos. Sin embargo, la ciudad de Rávena se negó a entregar el cuerpo. La actual tumba es un pequeño edificio neoclásico terminado en 1781, en cuyo interior se encuentra el sarcófago en mármol con los restos del poeta.
El Palacio de Teodorico
Palacio del rey Teodorico el Grande en Rávena.
Fue uno de los varios palacios que Teodorico el Grande levantó durante de su reinado en Italia. Imitando a los emperadores romanos, Teodorico convirtió a Rávena en su capital y principal residencia. En este palacio residió desde que tomó la ciudad en 493 hasta su muerte. A pesar de que este rey enriqueció el palacio, del edificio sólo se conserva la primera crujía y la fachada principal, que combina para su decoración arcos de ladrillo y columnas de mármol. A su lado se encontraba la antigua capilla palatina, hoy conocida actualmente como basílica de San Apolinar el Nuevo.
Los museos de Rávena
El Museo Nacional de Rávena
Este enorme museo se encuentra al lado de San Vital, y cuenta con una impresionante colección de restos arqueológicos, tanto de época romana como de bizantina y medieval.
El Museo Archiepiscopal de Rávena.
Ubicado junto al Baptisterio Neoniano, este museo cuenta con una maravillosa colección de obras de arte y materiales arqueológicos principalmente de época tardoantigua y bizantina. Entre ellas destacan principalmente la cátedra de marfil de Maximiano y los bellos mosaicos de la Capilla Arzobispal.
Dónde alojarse en Rávena
Tanto por ubicación como por relación calidad-precio te puedo recomendar cualquiera de estos dos hoteles, ambos de 4 estrellas:
Ambos se encuentran en pleno centro de Rávena, a un corto paseo de los monumentos importantes y relativamente cerca de la estación de tren.
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Cómo llegar Rávena
La ciudad se encuentra a 72 km del aeropuerto Guglielmo Marconi de Bolonia, la ciudad más importante de la región.Rávena es una ciudad bien comunicada y fácilmente accesible. Desde Bolonia, los trenes con destino a Rávena salen cada 30 minutos desde la estación Bolonia Centrale, tardando, en función del tren que se tome, no más de una hora y media. El precio de los billetes es muy barato, poco más de 7€.